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Stop-Loss (del inglés “detener pérdidas”) es una orden muy difundida, cuya principal función es limitar las posibles pérdidas en caso de que los movimientos del mercado sean desfavorables para el trader.
La orden Stop-Loss funciona exclusivamente en las posiciones abiertas. Cuando la situación comienza a desarrollarse en una dirección perdedora para el trader y el precio alcanza el nivel Stop-Loss, la operación se cerrará automáticamente. De esta manera, gracias a la orden Stop-Loss, el trader tiene la posibilidad de controlar sus pérdidas y, en caso de la apertura de posiciones perdedoras, conservar al menos parte de su capital.
Si el trader no coloca la orden Stop-Loss, su posición será cerrada por el bróker, cuando el monto de las pérdidas alcance el monto del depósito.
Existen 3 tipos principales de órdenes Stop-Loss: Stops fijos, Stops flotantes y Stops combinados.
Los Stop-Loss fijos funcionan en posiciones abiertas, y hasta el mismo cierre de las mismas no se corrigen. Los Stop-Loss flotantes, por el contrario, se mueven constantemente dependiendo de la dirección del movimiento del precio. Por otro lado, los Stops flotantes se denominan Traling-Stop, los cuales pueden cumplir la función de fluctuación de la orden tanto en modo manual como automático, orientándose con los parámetros dados por el trader.
Actualmente, hay una discusión entre los traders sobre la necesidad de usar las órdenes Stop-Loss. Unos consideran que el Stop-Loss debe ser una condición obligatoria dando a la posición la posibilidad de la protección ante una pérdida total de todos los fondos disponibles. Si el precio se mueve rápidamente en una dirección contraria al pronóstico realizado, una posición no cerrada a tiempo generará grandes pérdidas. Sin embargo, los opositores de la orden Stop-Loss afirman que éste es capaz no solo de limitar pérdidas, sino también ganancias. Esta argumentación está basada en que el movimiento del precio a menudo es imprevisible y paradójico, éste puede desarrollarse según los pronósticos del trader, pero con oscilaciones periódicas, “rozando” a su vez la línea del Stop-Loss colocado. En este caso, la posición resulta cerrada con un resultado negativo, cuando la operación pudo haberse cerrado con ganancias.
Por lo general, la decisión de usar la orden Stop-loss está basada en la estrategia individual de cada trader. Esta situación da a entender que no hay una opinión clara sobre la necesidad de colocar limitaciones a las pérdidas.